explica en el Blog ThinkBig que el mundo trabaja desde hace tiempo por poner fin al consumo del plástico. Ya son diversas las empresas que han eliminado este compuesto de sus cadenas de producción. Pero aún queda mucho por hacer…
Solo en un año, ocho millones de toneladas de plástico acaban en el mar. Esta problemática afecta en gran medida a la naturaleza. Donde más de 270 especies se han quedado enredadas y más 240 han ingerido plásticos, según recoge el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés).
Esta situación no solo afecta al medio ambiente. También supone un riesgo para las personas. Un estudio demuestra que una persona podría ingerir 5 gramos, aproximadamente, de plástico a la semana. Si queremos evitar nuestro consumo de pequeñas piezas de plástico, aún queda un largo camino por recorrer. El plástico es una materia omnipresente, fácil y barata de producir que, además, no se degrada con facilidad.
¿La razón? El plástico está compuesto por polímeros complejos, es decir, cadenas largas y repetitivas de moléculas que no se disuelven en el agua. La resistencia de estas cadenas da lugar a que el plástico sea un compuesto que tarda mucho tiempo en descomponerse de manera natural. Si a esto le sumamos la cantidad de plástico que consumimos hace que nos encontremos ante una grave problemática. Se estima que, hasta que estos polímeros se empiezan a desintegrar a nivel molecular, pueden pasar 450 años, como mínimo.
Desde hace varios años son diversas las investigaciones que se han desarrollado en torno a la eliminación del plástico. Ahora, ingenieros y científicos de la Universidad de Texas, en Austin, (Estados Unidos) han creado una enzima que puede descomponer en horas o días los deshechos plástico. Sin lugar a duda, se trata de un avance muy importante, ya que, como mencionábamos anteriormente, la naturaleza tarda cientos de años en degradar este compuesto.
La Inteligencia Artificial, una aliada en la lucha para poner fin al plástico
La investigación se centra en el tereftalato de polietileno (PET), un polímero esencial que podemos encontrar en la gran mayoría de los envases de plástico de gran consumo. Desde envases de botellas de refrescos, de ensaladas y frutas, galletas, hasta en ciertas fibras y textiles. El PET compone el 12% de todos los residuos globales…
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Fotografía de Catherine Sheila