«Alicia en el País de las Maravillas» es un libro espectacular. Si no lo has leído deberías hacerlo. En papel, en e-book, en iPad. Donde tú quieras, pero léelo. Tiene grandes lecciones para la vida.
El diálogo de Alicia con el gato de Cheshire es brutal. Se ha utilizado para casi todo, pero sigue siendo brutal:
“¿Me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?”.
– “Eso depende de a dónde quieras llegar”,
contestó el Gato.
“A mí no me importa demasiado a dónde…”,
empezó a explicar Alicia.
– “En ese caso, da igual hacia dónde vayas”,
interrumpió el Gato.
“…siempre que llegue a alguna parte”,
terminó Alicia a modo de explicación.
– “¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte”,
dijo el Gato, “si caminas lo bastante”.
El gato tiene más razón que un santo. Si eres de la generación Disney solo podrás imaginártelo gordo y con rayas de color morado.
Para la historia de hoy cómo sea el gato nos importa poco. Quedémonos con lo que dice.
Da igual hacia dónde vayas si no sabes dónde quieres ir. Brutal.
En el mundo de los datos pasa lo mismo. Nos encontramos con muchos directivos que han entrado en el mundo del Big Data y la Analítica Avanzada sin una reflexión previa sobre a dónde querían llegar. Y tras “caminar” mucho se han dado cuenta que están en un terreno de nadie.
Y entonces viene el drama. Calculas la inversión en tiempo y tecnología y no salen las cuentas.
¿Eso significa que si haces una reflexión previa va a salir todo bien y tu empresa va a protagonizar un caso de éxito de Harvard? Pues no. Es así.
La reflexión por sí sola no vale, pero aumenta las probabilidades de que el camino que inicies te lleve a incorporar los datos en la actividad de tu empresa con éxito. Quizá la reflexión te lleve a darte cuenta de que todavía estás muy lejos para incorporar la Analítica en tu empresa, pero te sitúa y te marca una meta.
En esa reflexión hay una serie de aspectos que siempre hay que tener en cuenta.
Contar con datos. Buenos datos. Preferiblemente internos. Ya hay sectores en los que los datos son la principal barrera de entrada: buscadores, redes sociales, coche autónomo… En un mundo donde el cambio tecnológico se produce a escala exponencial estos cambios se consolidan en pocos años. En cualquier sector.
Tecnología. La necesaria para aprovechar esos datos y ponerlos a trabajar. Infraestructura y algoritmos. Fundamentales. Una herramienta. Nunca un fin.
Personas. Contar con un equipo capaz de llevar a cabo esa visión. No solo científicos o ingenieros de datos. Directivos capaces de liderar la transformación. De entender el impacto en el negocio y de cómo se le puede sacar el mayor partido a los datos.
Cultura. Todo el mundo tiene que ser consciente de la importancia de los datos para la empresa. Menos intuición, más datos. Desde el CEO al operario de una máquina. Cada uno a su nivel.
¿Tiene que ser éste el orden? Pues no.
No hay una receta única. Cada empresa tiene que hacer su camino. Depende de tu punto de partida, tu sector, tu conocimiento, tu capacidad de inversión… Pero acabarás tocándolas todas.
Bien.
Si piensas que el maldito gato plantea la duda pero no ofrece la solución, tengo una buena noticia.
En DECIDATA ayudamos a otras empresas a avanzar en el mundo de los datos. Adaptándonos a tu grado de madurez. Con un apoyo global. Desde la calidad de los datos a la construcción de equipos en Ciencia de Datos.
No es un camino fácil, pero piensa cuál es la alternativa. No hacer nada también es una decisión. Y tiene consecuencias.
Encantados de tener una conversación.
Iñaki Pertusa Socio en DECIDATA